Un vino, una tierra -Franciacorta- y una bodega, Cantina Agricola Ronco Calino.
Inmersa en la extraordinaria tierra de Franciacorta, Cantina Agricola Ronco Calino tiene muchas raíces llenas de historia: el pianista bresciano Arturo Benedetti Michelangeli eligió la finca como refugio; luego, al industrial bergamasco Paolo Radici le pareció un oasis de paz, y en 1996 la compró. Esta franja de tierra en el pueblo de Torbiato - Adro (BS) reavivó en el industrial el sueño que lo acompañaba desde niño, y fue así como, siendo amante del buen vino, se convirtió en productor, dando vida a uno de los proyectos vitivinícolas más apreciados de Franciacorta, consagrado a la calidad y al respeto por la naturaleza.
Cantina Agricola Ronco Calino es lugar de transformación y producción, pero también de experiencias. Radici hizo realizar ambientes de arquitectura tradicional, unidos de manera armoniosa y sostenible con el territorio. Pensado para estar al servicio de las exigencias del productor, el edificio se compone de una bodega subterránea sobre la cual se erige un mirador con vistas a las delicadas colinas circunstantes, además de espacios para exposiciones y eventos. Para celebrar los 20 años de la finca, en abril de 2016 Radici regaló a la estructura un “paquete bienestar”, eligiendo, entre otros, en línea de continuidad con los valores de la empresa, orientados a la calidad y el respeto por el medio ambiente, FILA Surface Care Solutions, sus productos y sus expertos en tratamientos.
Los motivos de la obra
Tras 15 años de incesante actividad, la pavimentación de tablas de barro hechas a mano estaba deslucida y manchada: tanto por la estética como por la salubridad de los ambientes era urgente hallar una solución al problema, concentrándose no sólo en la limpieza sino también en la prevención.
FILA suministró la solución óptima gracias a un tratamiento de limpieza a fondo y acciones antimancha y antisuciedad específicas: “El tratamiento de limpieza y protección de efecto natural”, comentó Giandomenico Cattuzzo, Technical Supervisor FILA, “permitió restablecer y devolver esplendor a una superficie que se veía comprometida”.
La obra
Toda la superficie de barro (500m2) se limpió a fondo con PS87 PRO (diluido 1:3), que sirvió para eliminar la suciedad por completo. Se sabe que ambientes como éstos, utilizados para la vinificación y la degustación, están sujetos a la formación de manchas persistentes como aquellas originadas por el vino y las sustancias aceitosas; resistentes al primer lavado, las manchas se trataron con SR95 (manchas de vino) y NOSPOT (manchas de grasa).
Para evitar la reaparición del problema, sobre la superficie se realizó un tratamiento antimancha y antisuciedad de efecto natural: primero se extendió de manera regular sobre la superficie seca y limpia el producto antimancha W68, impregnando bien las juntas. El trabajo se concluyó con el acabado de cera MATT para devolver al barro su aspecto natural.